Ovejuela. Río de Lah Jerreríah

Chorrito (Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



Hoy nos vamos de visita turística hacia el valle del río de Lah Jerreríah (río de Los Ángeles), en el término municipal de Pinofranqueado y en la demarcación de la alquería de Ovejuela. Tomando la carretera CC-505 que parte desde el límite de comarca entre las poblaciones de Torrecilla de los Ángeles y Pinofranqueado, nos adentramos en un terreno en el que predominan los pinos y el monte bajo que nos acompañarán durante casi todo el camino. Pinos, jaras, brezos, madroñeras, encinas y mimosas irán alegrándonos la vista justo hasta pasar el puente sobre el río de Lah Jerreríah y posterior al desvío a la presa. Las indicaciones así lo atestiguan, no hay lugar a dudas, aquí empieza el camino ....



Panel indicador de lugares de interés CC-505. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



Seguimos la pista forestal que va surcando los valles uno tras otro. Suelo pizarroso, jarales, brezales, arroyos, colmenares son los habituales en el camino que nos llevará al Chorrito. Los kilómetros, no muchos, van pasando y aún viéndolo, dejaremos atrás el desvío al convento para la vuelta. Poco a poco vamos subiendo hasta divisar la caída de agua que se nos muestra a nuestra izquierda con su fresca belleza desde el mirador que lleva su nombre. Está claro, paramos, aparcamos y a disfrutar .....



Chorrito (Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



Y ahora toca sentarse y disfrutar del entorno. Una mirada acá, otra allá y los buitres aparecerán desde cualquier lugar para sobrevolar el entorno y hacer sus picados al tiempo que aterrizan lentamente sobre las rocas. El murmullo lejano de las aguas nos transportarán hacia el sentimiento de paz y tranquilidad de estos montes.



Valle del río de Lah Jerreríah. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres)



A nuestra izquierda se observa el majestuoso valle del río de Lah Jerreríah con su verdor típico salpicado de pinos y encinas hasta que nuestra vista se pierde en Gredos. Las siluetas de valles continuos nos deleitarán todos los sentidos. Veremos la belleza que nos rodea, oiremos el murmullo de la fauna que nos acompaña, olfatearemos los aromas que nos ofrece la naturaleza, tocaremos las hojas y las rocas al tiempo que podremos saborear cualquier cosa que se tornará manjar en tan situación.



Chorrito (Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



Para mentes sabias, cuerpos inquietos y piernas aventureras, podremos acercarnos a la cascada desde una senda próxima y así seguir gozando del rumor de las aguas desde lo más alto desafiando al vacío.
Una vez disfrutado de todo ello, toca deshacer el camino y a poco que nos entretengamos llegamos al desvío del convento. Bajaremos y en medio del camino es una obligación detenerse y mirar a nuestro alrededor para volver a gozar del Regato de las Chorreras.




Salto de agua en el Regato de las Chorreras. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres)



Un pequeño salto de agua que en temporada de lluvias se hace imprescindible llevar ese recuerdo bien guardado en nuestra memoria. Desde cerca o desde lejos, todo tiene sentido. Rocas, agua, madroñeras, .... la naturaleza vuelve a mostrarse ante nuestros ojos.




Salto de agua en el Regato de las Chorreras. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres)



Y a poco que nos detengamos, dejaremos a nuestra derecha las ruinas del convento con sus indicadores y seguiremos el camino hasta el río donde nos espera un maravilloso puente de piedra seca curtida por los siglos. Otra vez hay que poner en alerta nuestros sentidos. Ante nosotros .... el Puente de los Frailes !!!!



Puente de los Frailes. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018.



Si prestamos atención, nos daremos cuenta que la historia y los años no han dejado de pasar bajo su pétreo arco. El agua fluye alegre entre sus canchales intentando tocar suavemente sus pies y lo hace, lo ha hecho siempre y lo seguirá haciendo por mucho que nos empeñemos en obviarlo.



Puente de los Frailes. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



Todo a su alrededor merece un poco de atención. Esa soledad ensordecedora no nos deja indiferente y nos invita a imaginar que ha sido el culpable de que muchas personas no hayan tenido que mojarse los pies para salvar el río, nos invita a seguir río arriba y descubrir el viejo y derruido Puente de los Machos, la cueva del Cardenal, una antigua mina y los pies del mismísimo Chorro de los Ángeles ... pero eso es otra historia que hay que completar en otro viaje.



Puente de los Frailes. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



Y bajo ese arco, a la sombra de los pinos, sauces y alisos nos preguntamos porqué muchos de nosotros le hemos cambiado de nombre, como ha sido su historia y cual su resistencia para soportar las crecidas de un río que baja encabronado desde el chorro. Porqué se empeñan a llamarme Puente de los Machos si yo quiero hacer honor a los que me construyeron ???. En fin... cosas del desconocimiento humano. Aquí se detiene el tiempo pero hay que seguir el camino de vuelta.



Ruinas del Convento de los Ángeles. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018.- El convento fue mandado construir por San Francisco de Asís que,allá por 1214, en su paso hacia Portugal le gustó el lugar. Posteriormente fue el el canónigo compostelano Clemente Paterna, quien tras pasar un tiempo de anacoreta en una cueva cercana donde habían encontrado una virgen, junto a otros construyeron el convento a base de piedra ,barro y madera para la recién creada Orden Franciscana. También San Pedro de Alcántara paso tiempo por allí antes de fundar el convento de El Palancar.

Volvemos atrás y hacemos une leve parada en las ruinas del convento. Cuatro paredes que datan del siglo XIII que en su día fueron todo un lugar de culto donde San Francisco de Asís y San Pedro de Alcántara disfrutaron de la soledad de estos valles. Actualmente, propiedad privada y no visitable, así que el caminante se queda con las ganas de sentir esa soledad de antaño junto al arroyo y se marcha.




Ruinas del Convento de los Ángeles. Ovejuela, Las Hurdes (Cáceres), marzo 2018



..... Y ante la decepción del momento, tras leer las mínimas reseñas que nos muestra el panel, poco a poco, vamos dejando atrás ese presente entre un bosque de pinos. Los petirrojos, mirlos, pinzones y algún que otro herrerillo nos deleitan con sus cantos al tiempo que somos vigilados desde las alturas por un busardo ratonero y unos cuantos buitres leonados. Con eso me basta.

Poco a poco vamos deshaciendo el camino como al principio. Salvamos el regato de las Chorreras y nos olvidamos de la mastodóntica línea eléctrica de alta tensión que rompe en dos en paisaje creando una cicatriz que dará luz a otras mentes más allá de estas montañas jurdanas hasta llegar al punto de partida.

Estamos satisfechos !!! .... pero la intención de volver seguirá latente en nuestra memoria.